A un año de la COP 25 Santiago-Madrid
Publicado originalmente en EstadoDiario el 7.01.2021
Por Andrea Lucas Garín *
El pasado jueves 3 de diciembre la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Autónoma de Chile organizamos el Seminario Internacional que da título a esta columna, prestando un espacio para que académicos de España, Reino Unido y Chile se ocuparan del evento celebrado en diciembre de 2019, la Conferencia de las Partes; momento en que se dirime el porvenir del régimen internacional del Cambio Climático, Este evento fue presidido por el Gobierno de Chile, pero se llevó a cabo en Madrid, por razones excepcionales relacionadas con el llamado estallido social en Chile.
Nos enfocamos en algunas materias como protección de los océanos, costas, Cumplimiento y NDC, Financiamiento y Transición Justa, temáticas que se espera se profundicen en el futuro próximo, en especial en la COP26 a celebrarse en Glasgow en 2021; la pandemia suspendió la cita en 2020, si bien entendemos que se ha remecido la agenda en todos los sentidos, la efectiva presencia de estos tópicos dentro de la agenda gubernamental internacional y nacional pensamos está asegurada.
El Cambio Climático tiene la particularidad de ser un fenómeno que navega en dos aguas, entre los compromisos internacionales y los avances nacionales en implementar estos compromisos.
El trinomio protección de los océanos/aumento del nivel del mar/borde costero mereció una parte importante de las reflexiones; se avizora que habrá un fortalecimiento dentro del régimen del Cambio Climático de los temas relativos al océano, la experiencia española permitió advertir que hay muchos pendientes.
En el caso de Chile no hemos advertido avances específicos este 2020, son muchas las voces que se alzan a favor de una ley, atento al proyecto sobre Borde Costero que tiene trámite en el Congreso Nacional. Se hicieron sugerencias específicas para Chile como apostar a la zonificación y ocuparse específicamente de la adaptación.
Se abordó el Compliance o proceso de cumplimiento, que conecta con Mercado de Emisiones, temáticas a la espera de fijarse la letra chica en el plano internacional. El interés de los inversores que se evidenció en la pasada COP25, conecta con el interés de las ONGs en lograr acuerdos como uno de los desafíos de la futura COP.
Chile ha dado un paso fundamental al presentar sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por su siglas en inglés) en abril de 2020; siendo uno de los primeros Estados en enviarla a nivel mundial. Este es un instrumento jurídico que delinea la ambición climática, con medidas a adoptar que coordinan los distintos compromisos asumidos por el país, tanto a nivel nacional como internacional.
Dentro del Pilar Social que Chile ha introducido en sus NDC, la Transición Justa concita nuestra atención, dado que la necesaria conexión de objetivos ambientales con sociales como los que devendrán en la pérdida de empleos en razón del Cambio Climático, requieren estrategias que aún no tienen contenidos pero que sabemos que hay una voluntad por dárselo. Aquí los desafíos serán procedimentales y sustantivos al momento de asumir la Transición Justa.
La conectividad de la NDC con la ley marco de Cambio Climático que está en el Congreso es evidente, si algo tenemos claro es que este proyecto no puede tener igual suerte que el proyecto de creación del servicio de biodiversidad que tiene más de nuevo años en el Congreso.
Como conclusión, las visiones integradas para enfrentar el Cambio Climático se imponen en todos los niveles.
* Andrea Lucas Garín es Directora del Instituto de Investigación en Derecho de la Universidad Autónoma de Chile.