Investigadora del IID analiza los riesgos del metaverso en nota publicada en Las Últimas Noticias

28 noviembre 2022

“SI NO REGULAMOS EL METAVERSO NOS EXPONEMOS A UN ENTORNO FÉRTIL DE CRIMINALIDAD”

María Isabel Cornejo Plaza, doctora en Derecho de la Universidad de Chile, junto a un grupo integrado por arquitectos e ingenieros de la Fundación Desafíos del Futuro se encuentran recopilando antecedentes para ingresar un proyecto de ley que regule al metaverso en nuestro país. Precisamente sobre eso expuso la abogada este fin de semana ante la sede del Congreso de Santiago en una actividad llamada “Regulaciones de la neurotecnología: desafíos para la democracia”

“La privacidad va a tener una especie de reconfiguración por la gran recolección de neurodatos que se van a recopilar a través del metaverso. Es por eso que es mejor prevenir antes que lamentar”, plantea la académica de la Universidad Autónoma. La abogada, junto a este grupo de profesionales, quiere replicar el trabajo legislativo que realizaron en el Congreso con los neuroderechos.

“El desarrollo científico y tecnológico estará al servicio de las personas y se llevará a cabo con respeto a la vida y a la integridad física y psíquica. La ley regulará los requisitos, condiciones, condiciones y restricciones para su utilización en las personas, debiendo resguardar especialmente la actividad cerebral, así como la información proveniente de ella”, dice la normativa actual.

Los especialistas quieren llevar este ejemplo, pero ahora, hacia el metaverso. ¿Cuál es el metaverso? Es un universo de realidad virtual inmersiva en que los usuarios pueden interactuar con personas virtuales en entornos digitales creados en base a algoritmos. Para poder utilizar estas plataformas se requieren jafas y auriculares, que permitan realizar actividades multisensoriales como trabajar o asistir a eventos. Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, ha invertido mas de diez mil millones de dólares en impulsar al proyecto.

¿Por qué hay una relación entre los neurodatos y el metaverso?

El metaverso es una realidad virtual y en este lugar hay un perfilamiento a través de las propias preferencias de los usuarios. Eso ya tiene una directa relación con la inteligencia artificial. Obviamente, la inteligencia artificial se alimenta de los datos que nosotros ingresamos. Cuando uno está utilizando el auricular o los dispositivos tecnológicos que necesitan para entrar al metaverso, vas a entregar tus datos. No es que uno vaya a entregar una huella digital o la clave de tu correo electrónico. Son las ondas cerebrales las que se estarán monitoreando y no sabemos con qué finalidad se utilizara esta información. Por ejemplo, si uno esta 12 horas conectado en el metaverso, todos los procesos de cansancio, de adicción, de ira o de violencia van a estar siendo monitoreados constantemente. La privacidad no va a existir.

¿El metaverso ha tenido éxito a nivel mundial? ¿Cómo ha sido su implementación en Chile?

Es una tendencia tecnológica y las empresas obviamente quieren innovar a través del metaverso. También esta presente en la educación y en la arquitectura. En la Universidad Autónoma de Chile, por ejemplo, se esta implementando un diplomado en arquitectura a través de estructuras metaversianas. Obviamente, la innovación tecnológica si quiere ir por esa ruta. Sin embargo, en esta ruta debe haber innovación con ética y además con regulación. Se debe informar a los usuarios qué se va a hacer con los datos, por ejemplo.

¿Cuáles son los riesgos de enfrentarnos a un espacio donde no hay regulación?

Cuando no hay reglas del juego prima la ley del mas fuerte, desaparece el Estado de Derecho y nos exponemos a un estado de guerra constante en el que se puede hacer todo aquello que no esta regulado en realidad. Si no regulamos el metaverso nos exponemos a un terreno fértil de criminalidad, lavado de dinero para vulnerar la identidad de otras personas.

¿Cuándo hablamos de regular planteamos que se implementen leyes propias en este metaverso o hablamos de leyes que regulen desde esta realidad el metaverso?

Como estamos en un terreno en el que aún no está masificado el metaverso, tenemos que tener normas desde aquí que prevengan las infracciones de derechos fundamentales. Pero eso n quiere decir que después no sea necesario regular aspectos concretos del metaverso.

¿Hay cifras del nivel de incidencia del metaverso en el mundo?

Aún no contamos con cifras sobre el nivel de incidencia en los trabajos o si acaso las personas están dispuestas a trabajar en el metaverso. Pero claramente hay que invertir para analizar este fenómeno interdisciplinario. Estamos en una primera parte de análisis: determinar que es lo bueno que se puede extraer, que es lo que hay que mejorar y a quienes van a beneficiar. Hay que considerar también que puede estar en peligro la democracia con este tipo de herramientas. En un lugar donde no hay reglas, mayor probabilidad de sesgos de información. Se producen los guetos digitales.

¿Qué son los guetos digitales?

Son los espacios virtuales en que las personas solo reciben información de aquello que les gusta. Esto impide que haya diversidad de opiniones y provoca además que cada individuo se aislé mas en sus burbujas. En el metaverso los sujetos van a ser muy sensoriales. Es probable que seamos seres ágrafos, es decir, que se vaya perdiendo la capacidad de escritura al estar expuestos a tantos estímulos.

¿Qué utilidad tiene el metaverso?

Hay ventajas, por ejemplo, uno puede ir a su lugar de trabajo fácilmente en esta realidad virtual. Pero insisto que hay que regular este punto porque uno podría estar 12 horas sentado trabajando al estar inmerso en esta realidad virtual. La obesidad es probable que se incremente. Por otro lado, ayuda a democratizar el conocimiento. Uno puede conocer museos en el mundo o tener la posibilidad de viajar al Caribe o subir el Everest. Las personas que tienen fobia social, a través de un avatar, podrían socializar de mejor forma. En educación, los alumnos pueden vivir una mejor experiencia que en Zoom.

Publicado en diario Las Últimas Noticias

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