Con una rara sincronicidad, la llegada del nuevo Gobierno al país coincide con la aprobación por el Senado de la Ley Marco de Cambio Climático y su traspaso para promulgación al Poder Ejecutivo. Este proyecto que estuvo tramitándose desde enero del 2020, camino recorrido en tiempos pandémicos, llega en un momento justo.
La ley como ordenadora de la vida y de la agenda pública, permitirá contar con una política climática clara que se ha ido conformando desde el año 2006 con la primera estrategia de Cambio Climático y con muchos instrumentos que ahora de modo ordenado, permiten vislumbrar la arquitectura climática con la que Chile pretende enfrentar la emergencia climática. Dicha urgencia es repetida por los expertos, y en especial por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático enriquecido en el último informe del Grupo de Trabajo II del 28 de febrero pasado.
La Ley Marco que merecerá estudios profundos, cuenta con un muy auspicio artículo 2 dedicado a ‘Principios’, determinando que tanto las políticas como planes y programas los incluyan, previendo también que la ‘Equidad y Justicia Climática’ sea un deber del Estado, incorporando también el enfoque de género. Temas que requieren una bajada importante pero que se agradecen sean incorporados en un texto legal.
Esperamos que esta ley, una vez promulgada, tenga una activa implementación por el Estado Chileno que permita avances serios y comprometidos con las múltiples problemáticas que plantea el Cambio Climático.
Dra. Andrea Lucas Garín
Universidad Autónoma de Chile